Esta es la última película protagonizada por Will Smith, quien por cierto con los años ha abandonado su faceta de rapero macarrilla, y ha demostrado que se ha convertido en un buen actor. La película narra la historia del teniente general Nevill, único superviviente de la ciudad de Nueva York tras un desastre biológico que trasforma a los seres humanos en bestias fotofóbicas.
La película está muy bien, bien interpretada y bien ambientada, consigue efectos de angustia y desolación sin tener que acudir demasiado a sustos y demás elementos efectistas. La idea de una sola persona superviviente no es nueva, pero si la forma de tratarla, a medio camino entre la epopeya personal y el drama psicológico. Es muy recomendable.
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